Nombre:
FRAUDADOR
Sobrenombre(s):
de los Ardides
Caballero Verde3
Caballero Jalde
Caballero de los Ardides
Definición:
Caballero burlador.
Variante(s):
Grandanis (su verdadero nombre)
Explicación:
Nombre de origen latino. De fraus, -dis 'mala fe, engaño, perjuicio' (Corominas, II: 950). Defraudador es todo "aquel que usurpa lo que de derecho pertenece a otro" (Autoridades, 1732) y esto es precisamente en lo que se entretiene Fraudador, en robar normalmente montura y armas a los caballeros protagonistas con el fin de burlarse de ellos, aunque sin ocasionarles ningún daño físico importante. Él mismo emplea el término "ardides" para justificar su comportamiento, que él considera ejemplar, ante el rey Amadís: "Y pues las leyes permiten el castigo y muerte de uno por el bien general de todos, razón es que se permitan los ardides de uno para enxemplo y aviso de todos los que caminan de los engaños que a cada parte les pueden ser hechos" (FNIII, cap. 150, p. 453).
Fuente:
Los antecedentes de este caballero cuatrero son variados:
"En cierto modo recuerda al Ribaldo del Libro del caballero Zifar, que por el tiempo de Silva ya había conocido dos ediciones impresas, en 1512 y 1529. En 1542 aparecería el Baldo, adaptación del Baldus de Teófilo Folengo, aunque depurada de las vulgaridades y elementos burlescos subidos de tono propios de la obra original (Blecua, 1971-1972). También existen analogías entre Fraudador y otros personajes igualmente burlones, ya sean de libros de caballerías, como el Caballero Encubierto del Platir (1533) y el Caballero Metabólico [llamado así porque para buscar a los cavalleros se armava como cavallero unas vezes y otras se vestía en ábito de escudero y otras de donzella (Cirongilio de Tracia, 2004, cap. 12: 292)] del Cirongilio de Tracia (1545), o de poemas caballerescos, como el Landolfino de la Historia de las hazañas y hechos del invencible caballero Bernardo del Carpio (1585)" (ed. Martín Lalanda, 1999: xxii).
De otro lado, recuerda al "rapaz trainel" del Libro de buen amor ya que, como él, responde al comportamiento, que él considera ejemplar, ante el rey Amadís: "Y pues las leyes permiten el castigo y muerte de uno por el bien general de todos, razón es que se permitan los ardides de uno para enxemplo y aviso de todos los que caminan de los engaños que a cada parte les pueden ser hechos" (FNIII, cap. 150, p. 453).
Homónimos:
Frandulán (Florando de Inglaterra, 1545)
Repercusion:
Fraudador de los Ardides motivó la creación y el nombre de un personaje de Febo el Troyano de Esteban de Corbera, Velador de las Mañas. Su nombre incluso reproduce una estructura sintagmática que alberga una sinonimia evidente entre ardides y mañas: sust. + S. Prep (prep. + SN). Una evidencia más de la relación entre ambos nombres es el hecho de que compartan un mismo sobrenombre, el de Caballero Jalde.
Por último, Fraudador es personaje que pasó a la posteridad; por ejemplo, en los Coloquios de Palatino y Pinciano de Arce de Otálora (c. 1550) cuando leemos Fraudador de los Ardides, el de Feliciano, no inventara tan áspera burla. Su presencia parece implícita en el Quijote, a pesar de que es en la comedia Pedro de Urdemalas donde Cervantes lo menciona explícitamente, lo que ha dado pie a establecer una conexión con este personaje folclórico de origen español; Fraudador es emblema del hombre ingenioso junto al Brunelo de los poemas de Boiardo y Ariosto (Sarmati, 2008: 764). A pesar de que esta mención escapó al editor del texto, que lo dejó en minúsculas, sin duda, Cervantes se refiere al personaje de Feliciano de Silva: "Brunelo, el gran embaidor, / ante ti retire el paso. / Con tu gran industria mides /lo que de tu ingenio trabaja, / que te ha de dar ventaja, / fraudador de los ardides" (Cervantes, Pedro de Urdemalas, 1988: 219).
Sexo:
Hombre
Localizaciones:
FNIII en 56: 168, SS en 9: fol. 10r, FNIV en 2: fol. 3v